miércoles, 28 de octubre de 2009

Y cayó el noveno

Ya tenemos otro maratón en la buchaca, el maratón nocturno de Bilbao. Voy a contar un poquillo cómo fue la cosa, sin enrrollarme demasiado.

Tras las fotos de rigor con Nico, Gustavo y sus amigos nos despedimos de las animadoras y nos colocamos en la zona de salida, junto al Guggenheim. Somos 1600 valientes y empieza a caer el típico calabobos vasco. La salida, prevista para las 20:15 se retrasa, empezamos mal. Finalmente se da la salida, fuegos artificiales y mucho ambiente festivo. Gustavo se va a hacer su carrera y me quedo corriendo tranquilamente al lado de Nico.



Los primeros kms son por Bilbao, vamos cómodos pero hace calor y no para de llover, así que casi sin querer estamos sudando como pollos, mal presagio. En cualquier caso vamos más rápido de lo esperado, por debajo de 5'/km, y no para de adelantarnos gente a diestro y siniestro ¡vaya nivelón hay en el País Vasco! Sobre el km 7 vemos a Laura, como siempre animadora incansable, y a partir de ahí se trata de coger la ría y tirar todo recto. Le digo a Nico que voy con muy buenas sensaciones pero no quiero forzar y él me dice que empieza a sentir molestias en un gemelo.

Los kms de la ría transcurren entre polígonos industriales y astilleros, sólo interrumpidos por los ánimos del público de los pueblos de Erandio y Leioa. A pesar de ser feo, yo esta parte del recorrido la disfruté muchísimo. Iba completamente concentrado y disfrutando de la soledad y de la oscuridad. Sobre el km 18 Pillamos un grupo bueno pero parece que a Nico le cuesta seguir el ritmo. Cuando estamos llegando a Getxo, Nico me dice que no puede más, tiene una contractura y lo tiene que dejar. Intento animarle pero enseguida me doy cuenta de que no hay nada que hacer. ¡A pensar en el próximo, crack! Intento olvidarme del abandono de Nico y centrarme en seguir pasándolo bien, al fin y al cabo esto es un happy marathon, ¿no?




El paso por Getxo, donde está la media maratón me encantó. Los polígonos se transforman en palacetes y chalets pijos y la peña del pueblo, familias enteras, está animando a saco. Paso la media en 1h47' pero ya sé que me va a caer la del pulpo porque las sensaciones no son nada buenas.

Con estas enfilo otra vez la ría hacia Bilbao, ahora sí que voy muy solo y en algunos tramos no se ve demasiado bien aunque por lo menos ha dejado de llover. Hay que tirar de coco y seguir corriendo, intentar no parar e ir quemando kms. Lo que pasa es que al llegar al km 30 me encuentro con que se les ha acabado el agua del avituallamiento, me entra un pequeño bajón y ando un rato mientras que recojo botellas del suelo para poder echarme algo al gaznate. Lo malo de parar una vez es que ya no tienes excusas para no parar más, así que a partir de aquí voy corriendo lo que puedo y andando de vez en cuando. Voy sufriendo mucho y disfrutando aún más. Sé que es difícil de explicar si no se ha pasado por esto, pero os aseguro que es posible tener ambas sensaciones a la vez.

En el km 33 llegamos a Bilbao y allí está Laura, esperándome bajo el Puente de Deusto. Me doy cuenta de lo jodido que voy porque se pone a correr a mi lado y puede seguirme sin dificultad ¡Gracias! Me despido de ella y a partir de aquí comienza un pequeño infierno. Se pone a llover otra vez, me entra frío y voy tiritando. A pesar de los ánimos del incansable público de Bilbao me cuesta muchísimo seguir corriendo. Voy con calambres y completamente agarrotado con lo que decido estirar un poco. En el km 36 se pasa al lado de la meta y me entra un poquillo de bajón pensando en lo que me queda. Como anécdota curiosa, cuando llego al avituallamiento del km 37'6 y pido agua, me dicen que se les ha acabado pero que puedo beber de una fuente que está 200m atrás ¡serán sinvergüenzas! Nada, esto hay que acabarlo sin agua.


Para acabar se vuelve a callejear por Bilbao. Ya es más de medianoche y la gente de loo bares flipa un poco al ver pasar el goteo de corredores delante de ellos. Echo un rápido cálculo y veo que sufriendo un poco podría bajar de 4h pero no quiero, no me lo merezco por lo mal que he preparado este maratón. Prefiero llegar a meta tranquilamente, saboreando los últimos instantes del maratón. Allí están esperándome Nico y Laura. 4h04' y otro maratón acabado. Estoy cansadísimo pero muy satisfecho. El maratón es un juez objetivo e implacable que pone a cada uno en su sitio, no hay forma de engañarle.

Ahora a descansar hasta enero, que la temporada ha sido muy larga.

¿El próximo maratón? Espero que el del ironman pero creo que hemos quedado que ese no cuenta....

Nos vemos

sábado, 17 de octubre de 2009

Happy Ironman

Ya está, la la he liado otra vez. El martes pasado cometí la inconsciencia de apuntarme al Ironman de Regensburg (Ratisbona), Alemania, que se celebrará el próximo 1 de agosto:

Desde entonces me he arrepentido unas cuantas veces de haberlo hecho pero ¡qué coño! estas cosas hay que hacerlas con el corazón y poder acabar un ironman es la ilusión de mi vida así que ¿por qué no?

Evidentemente estoy ilusionado pero bastante asustado. Quedan poco más de 9 meses pero no me voy a poner a entrenar hasta enero, necesito un descanso después de una temporada larguísima y noviembre y diciembre tienen que servirme para descansar, engordar y recolectar todos los "family points" de los que sea capaz.

Por supuesto que de cara al ironman sólo hay un obejtivo: acabar. El tiempo me da absolutamente igual y soy muy consciente de que con la vida que llevo me va a ser muy difícil sacar más de 12 horas por semana para entrenar. Así que me lo tomaré como un "Happy ironman" e intentaré disfrutar lo máximo, sobre todo de todo el periodo de entrenamiento.

Además, estoy casi seguro de que no voy a ser el único armadillo allí ;-)) Nos vemos

lunes, 5 de octubre de 2009

Madrid 2020

Tengo que reconocer que el viernes pasado lo pasé bastante mal durante la hora y media que duró la incógnita. No pude ver las presentaciones en directo pero cuando llegué del curro me puse a ver lo que pude por internet y tengo que decir que lo que vi me hizo sentirme orgulloso de nuestra candidatura. Está claro que cuando en este país se quieren hacer las cosas bien se obtienen resultados, qué pena que la unión de todos los estamentos y políticos que hemos visto durante estos días con un objetivo común no se repita habitualmente. ¡Otro gallo nos cantaría!

Al final perdimos por un tema político. Está claro que la candidatura de Río era técnicamente la peor pero era políticamente correcto darles los juegos y probablemente se lo merecen. Nada que objetar aunque cuesta entender que los miembros de COI sean tan subjetivos.

Ya sabéis lo mucho que me gusta el deporte y el olimpismo. Durante cada olimpiada procuro pasar el máximo tiempo posible delante de la tele para intentar verlo todo o, mejor dicho, perderme lo menos posible. Recuerdo que en las pasadas olimpiadas de Pekín tomé como rutina levantarme a las 4:30 o 5 de la mañana. Así podía estar unas horitas viendo los juegos antes de ir a currar.


Espero que algún día pueda disfrutar de unos juegos en mi ciudad, en Madrid, y ójala que sea en el 2020. Está claro que tiene inconvenientes (precios altos, obras durante años,..) pero todo eso me compensaría. Ya me imagino el plan: 2 semanas de vacaciones, la paga extra para comprar entradas y todo el día de instalación a instalación, viéndolo todo, desde el atletismo al voley playa, desde la gimnasia rítmitca a la lucha grecorromana.

¿Será en el 2020?