martes, 3 de julio de 2012

Ironman Niza 2012


Son las 6:40 pm del 24 de junio de 2012 y me encuentro en la recta de llegada del Ironman de Niza. Tengo lágrimas en los ojos, acabo de abarazarme con Laura y estoy absolutamente enloquecido, saltando y brincando como poseído por el diablo....¡voy a ser FINISHER otra vez!

Llegar hasta aquí no ha sido fácil pero no os voy a contar lo que ha costado esta vez, al fin y al cabo cada uno tiene su vida y sus condicionantes y, como siempre digo, yo hago esto porque soy un afortunado y porque me encanta, disfruto con ello. No quiero aburriros con kms nadados, pedaleados o corridos, con volúmenes semanales, con vatios, calorias, medias y demás mandangas. Los que me conocéis bien ya sabéis lo que ha supuesto preparar esta carrera, ya me he encargado yo de daros el tostón durante todos estos meses.


Prefiero centrarme en lo que ha sido este día. Apróximadamente 12h y 10minutos antes me encuentro en la orilla pedregosa de la playa de Niza, junto al Paseo de los Ingleses, con mi buen amigo Gustavo, compañero en estas lides. Ahí estamos los dos, comprobando como los profesionales, que han salido 5 minutos antes, se van alejando hacia la primera boya. Intento estar tranquilo, serenarme, intento incluso sonreir pero la verdad es que estoy completamente aterrado. En fin, que sea lo que tenga que ser. Están a punto de dar las 6:30 de la mañana, ya ha amanecido y el mar está en calma, es un auténtico plato. Venga Sergio, vamos a echarle pelotas y a disfrutar de un maravilloso día de triatlón, vamos a pasarlo bien un ratito.


Y en esas estaba yo cuando veo que la gente se empieza a meter en el agua, han dado la salida y no me he enterado. Un abrazo a Gustavo y ¡vamos allá! La natación consiste en un par de bucles de 2400m y 1400m entre los que hay una pequeña salida "a la australiana" de unos 20m por la playa. A principio, como era de esperar, hay golpes a tutiplén. intentad imaginaros el que 2500 personas se metan a la vez al agua en un ancho de 70m y empiecen a nadar como posesos. Yo creo que aquí aunque no quieras nadar acabas avanzando porque la marabunta te va llevando.


La primera boya está a unos 500m y prefiero ir en grupo aunque reciba más leches. Sé que soy raro pero el ir con gente me da cierta sensación de seguridad, sobre todo en el mar, medio hostil donde los haya. Bueno, el caso es que poco a poco vamos cogiendo el ritmo, además de pies, manos, cabezas y lo que se ponga por el medio. Es lo que hay.

Tras la primera intento concentrarme en mantener una técnica razonable, hablar de buena técnica nadando y Sergio Ballesteros es un oxímoron. Primera boya pasada y vamos a por la siguiente, otros 500 metritos. La temperatura del agua es perfecta para nadar con neopreno y estoy haciendo un Ironman. Sergio disfruta coño, ¡disfruta! Al llegar a la boya empiezo a oir pitidos y hay como un parón. Resulta que la peña se iba mar adentro y los de las canoas están indicando que hay que girar a la derecha. Esto es así, la gente sigue al de delante y si el de delante se va a Córcega, para allá que enfilamos todos. En fin, pasamos el ecuador de la primera vuelta, primer objetivo cumplido y enfilamos hacia la costa. Joder, levanto la cabeza y los edificios se ven como miniaturas de playmobil...¡nos hemos ido a tomar por saco! Venga, vamos, poco a poco, hacia la costa, recto hacia la costa. De repente estoy solo pero creo que estoy yendo recto...o no...¡vete tú a saber! Venga, vamos a dar 100 brazadas y levantas la cabeza, y así seguimos, 100, cabeza arriba, 100, cabeza arriba, 100, cabeza arriba....madre mía, si esto cada vez está más lejos.

Me da la sensación de que la corriente nos intenta llevar mar adentro y se hace más difícil nadar hacia la costa. Bueno, ya estamos cerquita, un poquito más y llegamos. Cuando faltan 100m me vuelvo a agrupar con unos 10 o 15 tíos y hala, más leches que tocan. Por fin consigo salir del agua y miro el reloj: 47m, ¡genial! según las mejores previsiones. Venga, otra vez al agua ahora a por la vuelta corta.


Esta la hago más relajado, más a mi bola. Ya no hay tanto agobio y se puede nadar más agusto. Además la boya de giro se ve a la primera, ¡vamos Sergio que esto está hecho! Aún así los 700m finales se me hacen larguíiiiiiiiiiiiiiiisimo, madre mía, a ver cuando acaba esto. Paso la boya del límite permitido de nado, ya solo quedan 300m, venga vamos, un poquito más y.....¡llegamos! Salgo del agua y para mi sorpresa no estoy demasiado mareado.

Miro el reloj y marca 1h15m, fenomenal, 5 minutillos mejor que en Regensburg y eso que el mar se me da fatal. En fin, parece que por pura cabezonería a base de echar metros y metros en piscina el cuerpo va haciéndose al medio y que voy aprendiendo a nadar. Pero dejemos estas disquisiciones para otro momento. Me voy quitando el neopreno mientras subo la rampa y voy buscando a Laura. Sí, ¡ahí está! "¿Cuánto me saca Gustavo?" le pregunto. "5 minutos" me responde. Bueno, creo que ya no nos vamos a ver hasta el maratón. Suerte compañero.


Agarro la bolsa con los bártulos de la T1 e intento ponérmelo todo lo más rápido posible: dos piezas, calcetines, muñequera de España, gafas, guantes y casco. Cojo las zapatillas de bici y vamos a buscar la susodicha previo paso por el servicio. Junto a la valla está esperándome Laura para darme unos cuantos ánimos que siempre se agradecen.


Los primeros kms de bici son por Niza, completamente llanos. Intento ir acoplado y pillar una buena velocidad en torno a los 35km/h pero sin desgastarme mucho. Hay mucha gente en el circuito y se nota a todo el mundo muy nervioso. También hay bastantes jueces controlando el drafting (chupe de rueda) y uno de ellos le saca una tarjeta amarilla a uno que se me pegaba al culo. Y aquí llega lo peor del día.

Nada más torcer hacia el interior voy a adelantar a un triatleta y llega otro por detrás sin que podamos esquivar el choque. Intento mantener el equilibrio pero no hay nada que hacer y asumo que me voy al suelo. En la fracción de segundo siguiente solo me venía a la cabeza una palabra: ABANDONO. Instintivamente coloco el cuerpo para amortiguar el golpe en la medida de lo posible y caigo resbalando en la carretera sobre la parte izquierda del cuerpo golpeándome rodilla, codo, hombro y cabeza. Afortunadamente fue resbalón más que golpe seco así que el casco no tuvo que trabajar demasiado. Nada más caer escucho un derrape, una moto de la organización consigue parar a escasos centimetros. Puffffffff, de la que me he librado. Me levanto rápidamente, creo que no tengo nada grave y lo primero que hago es ir a ver la bici, espero que no le haya pasado nada y pueda seguir. Mientras el motorista me pregunta constantemente si estoy bien, hago un primer chequeo de la flaca. Parece que solo se le ha salido la cadena. La coloco todo lo deprisa que puedo mientras el otro triatleta implicado empieza a gritarme como un energúmeno improperios en francés, por suerte parece que tampoco tiene nada importante. Yo creo que ha sido culpa de ambos y bueno, estoy en un estado como de shock, ni siquiera le contesto. El motorista dice que ha avisado al médico de carrera pero le digo que estoy bien y que le espere él si quiere, que yo sigo para alante. El otro triatleta se tranquiliza y acabamos dándonos la mano, pidiéndonos perdón mutuamente y deseándonos suerte. El motorista flipa un poco cuando salimos escopetados pero es lo que hay, no voy a esperar a que me pongan tiritas. Esto es chapa y pintura y poco más. Las primeras pedaladas después del accidente las hago con incertidumbre. Sobre todo me duele la rodilla pero creo que solo es una contusión. La peor parte está en el hombro que me lo he despellejado y me va a estar dando el sol todo el rato. Bueno, como dicen por ahí, esto no es bambi. Afortunadamente voy a poder seguir así que vamos a tomarnos todo esto con mentalidad positiva..¡¡a sonreir!!

A partir de aquí ya pica todo hacia arriba y sobre el km 20 hay una rampa de unos 500m al 12% con máximos del 19% que hace bastante pupa. Luego bajadita y continuos toboganes hasta el km 50 en el que empieza el puerto más duro. Son 20kms al 5% que se hacen eternos. Se trata de estar una horita sin parar de subir con algún que otro km durillo al 7-8%. Voy subiendo tranquilo, sin cebarme que esto es muy largo. Este es un puerto de los que se me dan bien, con porcentajes moderados y para subir a buen ritmo. Paso a muchísima gente y siempre intercambio alguna palabra de ánimo con los españoles a los que adelanto o que me adelantan. Por fin coronamos a unos 1100m de altura y puedo coger la bolsa de necesidades especiales que dan en el km 70. Me he preparado un par de sandwiches de jamón y queso que me meto dentro del maillot.

Veo una ambulancia y le pregunto si tienen alguna crema para quemaduras o para el sol ya que llevo el hombro en carne viva y me da miedo que vaya a peor. Me toca un empanado que debía estar de voluntario que pone una cara como si le hubiese pedido unas gambas al ajillo. Pues nada, sin mariconadas de cremitas, hay que seguir. La temperatura va subiendo, ya está cerca de los 30ºC, y hay que estar hidratándose constantemente. Llevo un bidón con geles y otro con agua que repongo en cada avituallamiento, los cuales se encuentran a intervalos de unos 20kms. En el otro bidón llevo disueltos 4 geles y me dura hasta el km 100. a partir de ahí, isotónica. La idea era guardar los sandwiches para cuando esté harto de barrritas y geles pero como no voy cómodo con ellos decido comérmelos durante la bajada. En cuanto a la comida me impongo el comerme una barrita cada 35-40kms pero la verdad es que cuesta bastante y alguna arcada hay de por medio. No sé si en el IM sufren más las piernas o el aparato digestivo.

Bueno, poco a poco van pasando los kms y llegados al km 90 ya nos ponemos a descontar. Falta un último puerto y luego ya es todo llano y bajada. Pues nada, allá vamos. Ya llevamos más de 1800m de desnivel positivo y las piernas ya no responden como antes, no voy apajarado pero sí que me noto más tostadete. Tras coronar se llega a un tramo llano de unos 5kms de ida y vuelta en el que me encuentro con Gustavo. En el punto de giro compruebo que me lleva entre 5 y 6kms de distancia, ¡menudo carrerón está haciendo! Ahora toca bajar durante 40kms. Los que habéis montado en bici conmigo sabéis que el descenso no es precisamente una de mis virtudes y que bajando me pasan hasta las abuelitas. No os imagináis lo que frustra el que triatletas a los que te ha costado un mundo adelantar subiendo te pasen bajando simplemente por trazar mejor las curvas, sin ningún esfuerzo. Pero lo peor de bajar tanto tiempo es que te duelen las manos, brazos y cervicales de tanto estar en tensión y frenando.

Finalmente llegamos de nuevo al falso llano que ahora es de bajada. Más o menos me queda como una horita para llegar a meta. Quizás en este tramo podría haber intentado ir algo más rápido pero entre que ya voy bastante cascado y que estoy realmente acojonado con la posible petada en el maratón debido al calor, prefiero ser conservador, quizás en exceso, y me lo tomo con calma. Sin mayores contratiempos llegamos a la costa y enfilamos hacia la izquierda rumbo a Niza. Los últimos kilómetros se hacen junto al recorrido del maratón y ya empiezas a empatizar cuando percibes los rostros de sufrimiento de la gente que corre. En la zona de desmontaje veo una bandera de España y ¡¡¡¡sí!!!! allí están Laura y Estefanía. Subidón.


Les comento que me he caido y que no sé lo que va a pasar en el maratón, la incertidumbre es máxima. El parcial de bici me ha salido en 6h39m, bastante mediocre teniendo en cuenta que en teoría es mi mejor sector. Mirándolo con perspectiva quizás debería haber arriesgado un poco más pero nunca se sabe en un IM. Bueno, hago la transición todo lo rápido que puedo, con un paso por el servicio. No sabía si parar pero así ya me lo quito de encima y a ver si hay suerte y la vejiga me aguanta toda la maratón.


Veo que hay un guiri echándose crema solar y le pido. Me echo un buen chorro sobre el hombro....joder cómo escuece. No sé si será buena idea echar crema sobre una herida abierta pero es que el sol me está abrasando vivo. Ahora es cuando viene lo bueno, ahora es cuando toca disfrutar de verdad. Vamos Sergio, sal ahí y vamos a pasarlo bien.


El circuito del martatón es sumamente sencillo. Cuatro vueltas de ida y vuelta totalmente llanas por el paseo marítimo de 10,5kms cada una. Se trata de llegar hasta el aeropuerto y volver, así de simple. Nada más empezar me meto dos geles y me guardo otros dos en los bolsillos del maillot. El ritmo es bueno y adelanto a mucha gente aunque claro, muchos de ellos me sacan algunas vueltas. En el km5 veo que voy a menos de 5m/km, ¡¡volando! Tranquilo que tarde o temprano llegará la petada. Ya de vuelta veo a Laura y a Estefanía, siempre animando, incombustibles, y me cruzo con Gustavo, al que veo lanzado y que seguro que va a reventar el maratón.


Paso por contrameta y primera pulserita. Vamos, ya solo quedan 3 vueltas y además parece que unas tenues nubecillas quieren plantar cara al sol. Se trata de correr, de no andar. Voy mentalizado para correr entre un avituallamiento y otro, separados unos 2kms de distancia. En los avituallamientos voy andando y aprovecho para beber agua y de vez en cuando coca cola, naranja o isotónico. El estómago parece que está respondiendo de maravilla y que voy digiriendo sin problemas todo lo que ingiero. Tengo muy claro que aquí hay que tirar de coco, es muy fácil dejarse contagiar por la gente que se para y acabar haciendo lo mismo. Pero no, hay que correr, se lo debo a Laura, se lo debo a las niñas, a todo el tiempo que les he robado para preparar esto. Corre, corre, no te pares, corre.


Sobre el km 20 veo de nuevo a Laura y le digo que voy jodido, las fuerzas se me están yendo y cada vez me cuesta más correr. Me miente y me dice que me ve bien y que siga, que no pare. Venga, vamos, segunda pulserita. Queda una puñetera media maratón y esto está hecho. Pasado un avituallamiento tengo la tentación de seguir andando cuando escucho que una francesa empieza a gritarme: "Sergio, ¡courage, courage!" Yo no sé mucho francés pero esto me suena al típico ¡Échale huevos! Pues para cojones los míos y vamos a demostrarles a estos frances el courage que tenemos los españolitos. Hala, a correr. La verdad es que es una pasada como anima la gente. Todo el paseo es un espectáculo multicolor con banderas de todos los países y se hace bastante ameno, así da gusto. Yo voy hablando con los españoles siempre que tengo oportunidad, siempre intentando animarles, ya vayan mejor o peor que yo.


Llegamos otra vez al aeropuerto, km 25 y vuelta de nuevo. Pese a que ha bajado el ritmo, sigo haciendo parciales bastante decentes. Calculo que si sigo así podría estar cerca de las 12h, ¡inimaginable al empezar! Con más pena qe gloria llego de nuevo al punto en el que está Laura. Ahora ya sí que veo que el final está cerca. Venga, la última pulserita. Me faltan poco más de 10km y el objetivo de las 12h se desvanece pero aún puedo hacer un buen tiempo. Vamos, vamos, vamos...

Última vuelta. Esta hay que disfrutarla de verdad. Cada vez que llego a un avituallamiento les doy las gracias a todos los voluntarios, les enseño orgulloso mis pulseras y les digo "la derniere tour, la derniere tour" y me despido de ellos. Me acuerdo de todos los que estáis pendientes de mí desde España, los que estáis siguiendo todo este sarao por internet. Soy muy consciente de lo pesado que soy y de que muchas veces puedo llegar a ser monotemático. Sé que unos lo entendéis o compartís más que otros pero en cualquier caso sé que todos vosotros, todos mis AMIGOS estáis orgullosos de que afronte y pueda estar cerca de acabar otro Ironman. Esto también es un poco vuestro. Me acuerdo de mis padres que no entienden como el chico que odiaba cualquier tipo de actividad física se ha convertido en un chalado del deporte y no puede vivir sin él. Me acuerdo de mi hermano al que sé que en el fondo le doy envidia,...a ver cuando te atreves con uno crack. Pero sobre todo me acuerdo de mis hijas, de Nerea y de Icíar. Ellas no están aquí para disfrutar conmigo de estos últimos metros, esta vez no ha podido ser. Sé que es difícil de entender que os robe tanto tiempo por entrenar, por preparar esta locura. Sólo espero que cuando seáis mayores leáis esto y que comprendáis que el Ironman y todo lo que conlleva me hace llegar a ser mejor persona, mejor padre.

Último avituallamiento y último kilómetro para meta. Éxtasis, locura. Voy dando la mano a toda la gente, saltando, contentísimo. Por fin, me meto en el pasillo de meta y...veo la bandera de España. Me paro a darle un besazo a Laura. Tú sí que eres la auténtica responsable de que haya llegado hasta aquí. Tú sí que te sacrificas porque yo pueda cumplir este pequeño sueño. GRACIAS.


Entrada en meta en 12h10m con el maratón en 4h2m, ¡¡¡brutal!!!. Muy, muy contento. Pese a ser un circuito más duro he rebajado 41m mi anterior marca. Rápidamente me encuentro con Gustavo, él sí que ha hecho un auténtico carrerón acabando en 11h14m, ¡te lo mereces crack!


¿Y ahora qué? Pues a descansar un poquito aunque ya hay algún que otro proyecto entre manos. Como le dije a Laura, esto es tan bueno, es tan grande, que no puedo pasar sin esto. Ella me respondió a lo gallego, con una pregunta: "¿No hay dos sin tres?"

martes, 15 de mayo de 2012

Aviaman 2012

A las 6:45 de la mañana del 13 de marzo de 2012 Manu, Fer y un servidor nos plantamos en los boxes ubicados en la localidad orensana de Castrelo do Miño. Alli nos juntamos con los poco más de 80 valientes dispuestos a afrontar este triatlón de media distancia, que pinta duro, muy duro.

Colocamos todos los bártulos, un par de visitas a roca y sin tiempo para mucho más ya nos embutimos el traje de neopreno y nos encaminamos a la salida. En teoría la salida se daría desde el agua pero nada, se lo pasaron por el forro y cuando nos quisimos dar cuenta ya se había dado la salida, los primeros nos sacaban 40metros y nosotros todavía de charleta como si nada.

En fin, allá vamos. Esperaba el agua fría...y lo estaba. Pero bueno, en un par de minutos se vuelve soportable. Al principio tengo la sensación de que nado bien, al menos voy rodeado de gente, lo que ya es un éxito (ya sabéis lo bien que se me da esto). En el tramo hasta la primera boya me fijo que llevo a Manu todo el rato a mi derecha pero al girar le pierdo. Seguimos a buen ritmo y completamos la primera vuelta, miro el reloj al salir y veo 17'30'', demasiado bien, vamos que no son 1000m ni de coña. 


La segunda vuelta la hago más o menos al mismo ritmo aunque ya voy bastante más solo. Casi al final veo que me adelanta un triatleta y ¡coño, si es Manu! Intento apretar para disputarle el parcial armadillo pero nada, me gana por unos pocos segundos. Salgo marcando 35'30'' y todavía quedan unas cuantas bicis en boxes. Mi peor segmento ya ha pasado.

Una transición rápida, por fin consigo que me salga lo de quitarme el neopreno pisoteándolo en plan pro, ja, ja y afronto el segmento ciclista como primer armadillo.

Los primeros 15kms son más o menos llanos y aquí me pasa hasta el apuntador. Con la perspectiva que te dan los días pasados me doy cuenta de que fui demasiado conservador en la bici, iba acojonado con la dureza de la prueba y fui demasiado reservón todo el rato, debería haber arriesgado un poco más pero bueno, nunca se sabe. Manu me pasa rápidamente y me dice que regule...¡será capullo! vaya táctica ruin para pararme y que no le dispute la carrera. Llegados a Leiro comienza el primer puertaco de la carrera, son unos 6kms con continuas rampas de dos dígitos. Nada más llegar la primera rampa, me pongo de pie y ¡zas! se me sale la cadena y me pego una leche tremenda cayéndome hacia delante...¡tiene cojones que me caiga subiendo!, me recuerda a lo que le pasó a Zapatero en el famoso triatlón de la CdC. Y encima me pasan 3 o 4 triatletas que lo flipan bastante. Para colmo de males se me ha desviado el freno y tengo que parar al poco rato a ajustarlo. Bueno, hay que seguir con buena cara.


Ya acabo el puerto y toca bajar. No acaba de salir el sol, el termómetro me marca 12ºC, llevo solo el tritraje y empiezo a pasar frío. Antes de empezar el segundo puerto, el más duro paro tranquilamente a vaciar la vejiga y me pasan otros 3 o 4...y yo todavía no he adelantado a nadie.Nada más montarme otra vez en la bici oigo un grito..."¡¡¡¡Armadillos!!!!"...ahí está Fer, fresco como una rosa. Me alegro mogollón de verle, está haciendo un triatlón buenísimo y si no me espabilo me va a costar ganarle. El caso es que subimos de charleta a un ritmo cómodo, disfrutando de los maravillosos paisajes que nos ofrecía el puerto y de la niebla en cuanto nos metimos en ella. Así, sin mucha más novedad llegamos a la famosa rampa del 21%, que la hago sentado por miedo a que se me salga otra vez la cadena. Con el piñón del 28 que le he puesto me subo lo que haga falta. 


Como voy bien decido apretar un poco antes de acabar el puerto. Mis dotes bajando son comparables a los de bailar tango así que pienso que cuanto más le pueda sacar a Fer en la cima, eso que tengo ganado en la bajada. Las vistas desde la cima del mar de nubes son increíbles, me siento muy afortunado por estar disfrutando de algo así. Como estaba previsto, Fer me pasa al poco de coronar junto con otros dos o tres a los que habíamos adelantado en la ascensión. Intento concentrarme en seguirles pero poco a poco se me van y acabo perdiéndoles de vista. Menos mal que el último puertecillo comienza enseguida y aquí puedo adelantar puestos otra vez.

Corono y ya todo bajada hasta la T2. Allí está esperándome Laura junto con las niñas. Le comento que todo va bien y creo que la transición sale bastante decente. Pregunto que cuanto me saca Manu, no para cogerle sino para evitar que me doble corriendo. 18minutos, más o menos según lo esperado. Bueno, vamos a correr.

Se trata de dar 4 vueltas a un circuito muy entretenido y llano, con tramos de hierba, loseta, puentes, que se hace muy ameno y divertido. Me meto un gel nada más empezar y me encuentro muy entero..claro, normal, en la bici he ido tocándome los huevos...


Me lo estoy pasando pipa corriendo y voy adelantando a mucha gente, muchos de ellos me sacan alguna vuelta peo también recupero algún puesto. La verdad es que no miro mucho el reloj pero ya en la última vuelta veo que puedo bajar de 1h30' y a ello me pongo. Al final hago un parcial de 1h29', bastante seguro de que el circuito medía menos de 20km, más bien 19, diría yo.

Entro en meta con Icíar en brazos y con Nerea llorando en los de Laura., lo que ya se empieza a convertir en una costumbre :-)

Un placer haber disfrutado de este maravilloso triatlón y un enorme placer haberlo hecho junto a mis amigos:
-Manu; se marcó un carrerón, corriendo sin ninguna molestia y ya tiene otra vez el maldito virus del triatlón metido en el cuerpo.
-Fer: de vuelta tras un año y pico, y ¡por la puerta grande! Enhorabuena crack, menudo pedazo de triatlón te marcaste.

Próxima parada: Niza...y esto sí que va a ser otra historia